Empresas y agencias estatales en China han instruido a sus empleados a dejar de llevar iPhones al trabajo, lo que ha tenido un fuerte impacto en el valor de mercado de Apple. Esta medida se enmarca en los esfuerzos del gobierno chino por reducir su dependencia de tecnología extranjera en áreas sensibles. China representa un mercado crucial para Apple, así como su principal base de producción global. En el segundo trimestre de 2023, el 24% de las ventas de iPhones provino de China. La medida ha llevado a una caída del 8% en las acciones de Apple, eliminando casi 200.000 millones de dólares de su valor en bolsa.
Este golpe llega en un momento crítico para Apple, ya que China se posiciona como un mercado clave para su expansión. Las fábricas en China son responsables de la mayoría de la producción de iPhones a nivel mundial. El veto, combinado con la actual debilidad económica de China, representa un desafío significativo para la compañía. Aunque no se ha establecido con certeza cuántas organizaciones adoptarán estas restricciones, la medida refleja los continuos esfuerzos de China por construir una economía independiente de los Estados Unidos.
Esta política no es un caso aislado, sino que se suma a los intentos de China por promover una economía centralizada y menos dependiente de marcas extranjeras. En el 2022, se exigió a organismos gubernamentales y empresas estatales que reemplazaran las computadoras extranjeras por alternativas nacionales. Además, esta prohibición de iPhones coincide con el lanzamiento de Huawei, una empresa china que recientemente fue incluida en la lista negra de EE.UU. El dispositivo Mate 60 Pro cuenta con avanzada tecnología y capacidades 5G.
Las opiniones de los analistas sobre el impacto de esta posible prohibición varían. Algunos, como Dan Ives de Wedbush Securities, consideran que el impacto sería limitado, afectando a menos de 500,000 dispositivos de los 45 millones que Apple espera vender en China en el próximo año. Por otro lado, Edward Moya de OANDA afirma que el crecimiento de Apple está fuertemente ligado a China y que un aumento en la represión en Beijing podría representar un gran problema para varias empresas tecnológicas que dependen del mercado chino.
En última instancia, la creciente búsqueda de independencia tecnológica por parte de China podría crear desafíos para todas las empresas tecnológicas con vínculos comerciales en la segunda economía más grande del mundo, independientemente del daño específico que esto cause a Apple.